Una de las cosas que más recomiendo a mis clientes cuando se quieren casar es que busquen orientación de un abogado de divorcios para hablar de los bienes.
Todo es hermoso cuando se casan y conviven, pero el verdadero problema comienza cuando se divorcian, hay que determinar qué propiedades son gananciales o privativas.
Si ya estás en medio de este proceso y no tienes ni idea de qué van, no te preocupes que te lo explico aquí mismo.
Entendamos qué son los bienes privativos
Seguro que lo que más te interesa saber es lo que es tuyo y de nadie más, aunque te cases.
Te lo diré simple: un bien es privativo cuando es únicamente de tu propiedad. Esto quiere decir que tu cónyuge no tiene derecho sobre este.
Si termina la relación, cuando tienes bienes privativos, cuentas con el derecho de decidir lo que harás con ellos, bien sea venderlos, alquilarlos o lo que prefieras.
Como es de esperarse, aprovecho para aclararte la duda que la mayoría tienen: NO, LOS BIENES PRIVATIVOS NO SE DIVIDEN CON EL DIVORCIO.
Ahora que esto no pasa así como así… Para evitar problemas es indispensable que antes de casarte quede claro entre las partes qué bienes se van a considerar privativos y cuáles gananciales.
Aunque, claro en el Código Civil (Art. 1346 y 1347) ya esto está claramente especificado, pero las separaciones son tan complicadas que siempre hay disputas.
¿Entonces, los bienes privativos cuáles son?
El primero de estos artículos del CC dice que los bienes privativos son:
- Cualquier bien que te pertenezca antes de que comience el matrimonio y esto implica tanto derechos como animales también.
- Lo que recibas sin costo, aunque estés casado.
- Lo que obtengas a partir de tus otros bienes privativos.
- Indemnizaciones por daños que te causen a ti o a tus bienes privativos.
- Tus objetos personales y la ropa que se consideren bienes ordinarios.
Y… los bienes gananciales ¿Qué son?
Ahora que sabes cuáles son tus bienes privativos (también aplica para tu pareja), te voy a explicar qué son los bienes gananciales.
En este caso, estamos hablando de los bienes conjuntos o el patrimonio constituido en el matrimonio.
Si te separas, no puedes elegir explícitamente lo que quieres hacer con estos bienes, pues tu expareja también tiene derechos.
El artículo 1347 del CC, habla de que los bienes gananciales son estos:
- Tu sueldo es parte de la comunidad ganancial.
- Las ganancias que consigan de los bienes privativos o gananciales en el matrimonio.
- Cualquier bien que adquieras usando dinero del patrimonio ganancial.
- La empresa que fundes en el matrimonio.
Si tengo un matrimonio en gananciales ¿Puedo vender la casa luego del divorcio?
A ver, si te has casado bajo la modalidad de régimen ganancial y tu casa (privativa) pasó a ser una vivienda familiar, hay muchas cosas que ver en la separación.
Para ponerte en contexto, si al casarte tú y tu pareja deciden optar por este régimen, nos encontramos ante bienes compartidos.
Si se trata del hogar que comparte la familia, no es privativo y no lo vas a poder vender fácilmente.
En estos casos es necesario que ambas partes estén de acuerdo con la venta de la casa para que esto se pueda hacer.
¿Y si la casa es una segunda residencia?
En estos supuestos, la casa privativa seguirá como tal, a pesar de que el resto del dinero (si por ejemplo compraste la casa antes de casarte, pero la terminaste de pagar en el matrimonio) se haya pagado con el patrimonio ganancial.
¡Ojo!, que esto quiere decir también que debes reembolsar a la otra parte el dinero que haya invertido para este fin al momento en que el régimen ganancial se liquide completamente.
¿Qué pasa si me heredaron una casa en el matrimonio ganancial?
Aunque no lo creas, esto pasa y mucho…
Si es tu caso, la casa que recibiste es un bien privativo, así que vas a poder vender y no tienes que pedir autorización de un cónyuge para esto.
Lo más recomendable para que evites problemas con bienes privativos y gananciales es que antes de casarte te informes y si estás por hacerlo, busca un abogado experto en el tema.
Si necesitas orientación rápida y sin compromiso, comunícate conmigo y yo te ayudo.